

Desde hace tiempo se sabe que, además de nutrientes clave como proteínas, calcio, carbohidratos y vitaminas, los microelementos como el zinc y el selenio también juegan un papel igualmente importante que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Su deficiencia puede provocar graves problemas de salud y, en casos extremos, incluso la muerte.
La importancia del zinc y el selenio para el bienestar del organismo
Contenido
El zinc y el selenio son oligoelementos que juegan un papel importante en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Aumentan la actividad de los glóbulos blancos y el nivel de anticuerpos, protegen las células inmunes del daño. Además, afectan a otros procesos fisiológicos, desde el sistema cardiovascular hasta el estado de la piel, el cabello y las uñas.
El selenio y el zinc son dependientes entre sí en el organismo, en gran medida se complementan actuando, por lo que la deficiencia de uno de estos elementos puede interferir con la función del otro. Sin embargo, conviene recordar que, tan perjudicial como una deficiencia, puede haber un exceso de estos elementos. Las investigaciones han demostrado que concentraciones demasiado bajas o demasiado altas de zinc o selenio pueden contribuir a la formación de tumores. La OMS ha determinado que el requerimiento diario de zinc es de unos 10 mg, y el de selenio de unos 40 mg.
Zinc: propiedades y función

El zinc realiza diversas funciones en el cuerpo, regulando el trabajo del sistema circulatorio, influyendo en el sistema reproductivo y esquelético, participando en la producción de enzimas responsables del metabolismo de proteínas y carbohidratos, o influyendo en el sistema nervioso central. Fortalece el sistema inmunológico, aumenta la inmunidad a las infecciones, protege al cuerpo de los radicales libres.
Deficiencia de zinc
La deficiencia de zinc en el cuerpo puede provocar molestos síntomas externos y graves complicaciones de salud. Las alergias, las enfermedades de la piel y la alopecia suelen ser el resultado de un nivel de zinc demasiado bajo. La deficiencia de zinc también puede causar trastornos gastrointestinales y respiratorios, inmunidad reducida y menor potencia sexual, rendimiento intelectual reducido, trastornos de la tiroides, apatía y fatiga.
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Zinc en los alimentos
Por supuesto, la solución ideal es aportar al organismo los nutrientes necesarios por métodos naturales, a través de la alimentación, aunque esto no siempre es posible. Sin embargo, en caso de deficiencia, es recomendable utilizar productos ricos en zinc, a saber , carne, especialmente despojos, mariscos, especialmente cangrejos y ostras, así como huevos y leche entera fresca . El zinc también se encuentra en productos de cereales y legumbres, verduras de hoja verde, nueces, almendras, semillas de girasol y sésamo.
Selenio: propiedades y función

Además, el selenio juega un papel importante en el organismo. Al igual que el zinc, fortalece el sistema inmunológico al afectar la producción de anticuerpos, linfocitos y macrófagos. Protege al organismo de infecciones y radicales libres. Fortalece el corazón y los vasos coronarios, protege el sistema circulatorio, favorece la reproducción, es fundamental para el correcto desarrollo del feto.
Deficiencia de selenio
La deficiencia de selenio se debe principalmente a errores alimentarios y a la cantidad insuficiente de productos que contienen este elemento en nuestra dieta diaria. Esto puede provocar una disminución de la inmunidad, cáncer o enfermedades cardíacas y, finalmente, cambios degenerativos en muchos órganos y tejidos.
Selenio en los alimentos
El contenido de selenio varía de un producto a otro y generalmente es más alto en los alimentos ricos en proteínas. Por lo tanto, la mayor parte del selenio se encuentra en la carne, principalmente despojos, pescados y mariscos, leche y productos lácteos, levadura y pan . En cuanto a las verduras, suelen tener una mínima cantidad de selenio, a excepción de las legumbres, el ajo y las setas.
Selenio y tiroides
Ambos elementos juegan un papel fundamental en los procesos que tienen lugar en la tiroides y en la producción de hormonas . El selenio no solo determina el correcto funcionamiento de la tiroides, proporcionando al cuerpo la dosis necesaria de vitaminas C, E y selenio, sino que reduce significativamente el riesgo de cáncer y otras enfermedades de la tiroides . El selenio, gracias a sus propiedades para reducir los estados inflamatorios, también tiene un gran impacto positivo en la inflamación de esta glándula.
Dado que no siempre es posible proporcionar al cuerpo dosis suficientes de zinc o selenio en la dieta diaria (es imposible comer carnes rojas o despojos todos los días si se está en buen estado de salud o en una dieta), la suplementación es la mejor solución para problemas de tiroides. Thyrolin es uno de esos productos que, entre otras cosas, gracias a la presencia de zinc y selenio, apoyan el funcionamiento hormonal y la salud de la tiroides.
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